

colección de música.
Una vida en sonido: mi viaje musical.
La música siempre ha sido una parte fundamental de mi vida. En mis momentos más oscuros, fue una de las pocas cosas que me impulsaron a seguir adelante. Mi trayectoria musical comenzó cuando tenÃa unos once años, cuando un amigo me convenció de unirme a la orquesta de mi escuela secundaria. Me regalaron un violÃn con cuerdas de viola y, durante tres años, toqué en conciertos escolares. Fue la primera vez que me sentà parte de algo.
Cuando empecé la preparatoria, volvà a la orquesta. Pero esta vez, la experiencia fue diferente. Pasé del primer violÃn al tercero, y enseguida me di cuenta de que no me hacÃa tan feliz como pensaba. Mi parte parecÃa insignificante, como si no aportara nada. Se convirtió en un recordatorio más de que no era nada.
En segundo año, me pasé al piano. Pasé los siguientes años profundizando en la teorÃa musical y finalmente llegué a tocar el piano en uno de los coros de mi instituto.
Escribiendo canciones en mi habitación, soñaba con convertirlas en algo real. HabÃa algo en la música contemporánea que me fascinaba: los pequeños detalles que la mayorÃa de la gente ni siquiera nota. La lÃnea de bajo, el sintetizador ligero, los patrones de percusión, los coros. Me enamoré de las complejidades del sonido. Sé que todo el mundo, e incluso su abuela, hace música hoy en dÃa, pero eso nunca me impidió querer crear para mÃ.
Vivimos en una época donde todo parece tener que monetizarse, pero no me importa si tengo éxito o no: la música llega a todos. Como escribió Henry Wadsworth Longfellow: «La música es el lenguaje universal de la humanidad».
Al empezar a aprender a producir, me di cuenta de que habÃa habilidades que no podÃa desarrollar por mi cuenta. Me costó encontrar a alguien que realmente quisiera colaborar, asà que trabajé solo. Y cuanto peor se ponÃa mi salud mental, más rápido se apagaba mi pasión.
